08 octubre 2006

38.

Acabo de regresar a casa despues de estar fuera el fin de semana y me encuentro con que los periódicos han desaparecido misteriosamente de casa. La muerte tendrá que esperar hasta mañana. Aunque me hubiera gustado cumplir, me voy a la cama aliviada.

No he logrado recuperar los periódicos, si alguien me puede ayudar a rescatar del olvido a los muertos de este día se los agradeceré.

Otro cuento de Claudia:

MELISSA: JUEGOS 1 AL 5

Por Claudia Hernández

JUEGO 1: Cuatro años. Flores en el cabello. Melissa viene de la mano del padre, que está molesto: la ha hecho levantarse del jardín, donde ella había estado esperándolo seriecita, acostada sobre la grama, cubierta de flores y con los brazos cruzados sobre el pecho. Simulaba estar muerta como la abuela hace unos días. No tenía ataúd porque no encontró una caja de su tamaño.
No le gustó al padre el juego. Dijo que no era gracioso. La madre se ha echado a llorar: aún es muy reciente la muerte de su madre.

JUEGO 2: En el suelo del pasillo, sin ropa, boca abajo, con la lengua entre los dientes y un cinturón del padre que le sale desde la parte más alta de las piernas, donde lo tiene sujeto. Es un gato arrollado. A su alrededor, hojas moradas deshechas y revueltas con hojas verdes hechas bolitas. Pide que piensen que son las vísceras.
Si quieren pasar, tienen que saltar sobre el cadáver del gato, que es ella, o caminar sobre su cuerpo, patearla... de todas maneras, no siente: está muerto el gato, que es ella. También pueden levantarla con ayuda de una pala y de una escoba, guardarla en una bolsa para basura y arrojarla en el contenedor más cercano, como hizo el vecino con el gato que arrollaron frente a su casa.
La mamá le ordena levantarse inmediatamente. Y limpiar. Y vestirse.

JUEGO 3: Terraza. Hora del almuerzo. Cae de improviso a los pies del papá con los ojos abiertos, clavados en el padre, que está vivo y contempla sin entender. Tiene que explicarle: es una paloma, pero no de las que vuelan y cantan asustadas, sino de las que caen con el cuello doblado por la piedra de un niño.
Al papá no le gusta el juego. No le gusta verla tirada y con el cuello flexionado como si no tuviera huesos dentro. Le dice que se siente a comer. Ella no le hace caso. El papá le dice que, por lo menos, cierre los ojos para que parezca menos muerta. Ella sigue sin obedecer: las palomas muertas no cierran los párpados.
El padre se levanta. Se va. No se conduele.

JUEGO 4: En su habitación con las treinta muñecas sin ropa. Todas con el rostro y el cuerpo cubierto por una capa del talco que su madre le aplica en la barriga y en los pies a ella. Es una morgue.
Diez –las más pequeñas– están en las gavetas de su cómoda. Siete están sobre la mesa del tocador, sobre una sábana, en espera de ser atendidas. Las tres más nuevas están en bolsas: son las recién llegadas, aún no sabe de qué dirá que han muerto. Las cuatro acostadas sobre la cama son las que están listas para que se las lleven los parientes. Las seis bajo la cama son las que ya fueron enterradas.
La mamá entra. Mira. Le da un abrazo. Lamenta haberla llevado a recoger el cadáver de la abuela.

JUEGO 5: Plastilina. Figuras de animales y de comida.

Comments:
Esa niña seria buena compañera de Calvin y su tigre amigo Hobbes. Solo que Calvin odia a las niñas. Eventualmente, sin embargo podrian llegar a ser amigos. Calvin tiene ideas realmente tan tetricas como esa niña para jugar.
Con la que de seguro no se llevaria bien seria con Mafalda. Ella es mas politica y sarcastica que tetrica.
 
..Claro, que si, con calvin y sus muñecos de nieve:
aqui una muestra
http://www.angelfire.com/wa/zzaran/calvin.html
 
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